Historia de las carteras: Un fascinante viaje al pasado

Las carteras son accesorios indispensables para muchas personas, pero, ¿sabes cómo surgieron y qué significan? En este artículo te contamos la historia de las carteras, desde sus orígenes hasta la actualidad, y cómo han evolucionado en función de las necesidades, los gustos y las tendencias de cada época

Desde que el ser humano sintió la necesidad de transportar objetos personales, las carteras han sido una compañera constante, por lo que más que simples objetos, son testimonios vivientes de la evolución de la moda y la cultura. Es por ello que en Casanova como amantes de las carteras de piel, te invitamos a sumergirte en esta profunda historia.

Las carteras en civilizaciones antiguas:

Antes de ser consideradas como accesorios de moda, las carteras tenían un propósito puramente funcional, por lo que la palabra cartera proviene del latín “chartarius”, que significa "relativo al papel". Esto se debe a que originalmente las carteras eran bolsas o sacos de tela o cuero que se usaban para guardar documentos, dinero u objetos de valor. 

Se llevaban colgadas del cinturón o de la cintura, y eran comunes tanto en hombres como en mujeres. Aunque su objetivo principal era llevar objetos esenciales, con el tiempo, comenzaron a incorporar detalles estéticos que reflejaban el estatus o la posición social de su portador.

 Así mismo, se puede mencionar que las primeras carteras documentadas se remontan al antiguo Egipto, donde se han encontrado pinturas y jeroglíficos que muestran a faraones y nobles con bolsas atadas a la cintura. También se han hallado carteras en otras civilizaciones antiguas, como Mesopotamia, Grecia, Roma, China e India.

 La transformación en la edad media y el renacimiento:

 Las carteras comenzaron a diversificarse en función y forma. Durante la Edad Media, se convirtieron en el medio preferido para transportar monedas, siendo esenciales para comerciantes y viajeros, a su vez las carteras se hicieron más variadas y elaboradas. Se decoraban con bordados, pedrería, perlas o metales preciosos, y se usaban para guardar objetos personales como peines, espejos, perfumes o joyas. Algunas carteras tenían forma de animales, frutas o flores, y se consideraban símbolos de estatus o de pertenencia a un grupo social.

En el renacimiento, las carteras se adaptaron a los cambios en la moda y en la sociedad. Se hicieron más pequeñas y discretas, y se empezaron a llevar debajo de la ropa o dentro de los bolsillos. Las mujeres solían llevar carteras con forma de almohadilla o cojín, llamadas “chausses”, que se sujetaban al corsé o al vestido. Los hombres llevaban carteras con forma de bolsa o saco, llamadas “gibecières”, que se colgaban del cinturón o del hombro.

La era moderna: La cartera como ícono de moda

Siglo XVIII: 

Las carteras volvieron a cobrar protagonismo y se convirtieron en un accesorio de moda. Se hicieron más grandes y vistosas, y se decoraban con encajes, sedas, brocados o plumas. Las mujeres llevaban carteras con forma de abanico, llamadas “ridiculez”, que se colgaban de la muñeca o del brazo. Los hombres llevaban carteras con forma de maletín o portafolio, llamadas “valises”, que se llevaban en la mano o bajo el brazo.

Siglo XIX: 

El auge de la moda en el siglo XIX marcó el nacimiento de la cartera de mano, un accesorio que se convirtió en el favorito de las damas de la alta sociedad. Estas piezas eran elegantes y se llevaban con orgullo, reflejando el estatus de quien las poseía. 

De esta forma las carteras de mano se diversificaron y se especializaron según el uso y la ocasión. Se crearon diferentes tipos de carteras, como las “reticules”, que eran pequeñas bolsas con cordón o cadena; las “pochettes”, que eran bolsitas planas con solapa o cremallera; las “minaudières”, que eran estuches rígidos con compartimentos interiores; o las “clutches”, que eran sobres sin asa ni correa.

Siglo XX: 

En el siglo XX, las carteras se consolidaron como un complemento imprescindible para la mujer moderna. Se hicieron más prácticas y funcionales, y se adaptaron a los cambios sociales y culturales. Las carteras reflejaron el estilo y la personalidad de cada mujer, y se convirtieron en objetos de deseo y de lujo. 

Algunos diseñadores famosos crearon modelos icónicos de carteras, como el “2.55” de Chanel, el “Speedy” de Louis Vuitton, el “Birkin” de Hermès o el “Kelly” de Grace Kelly. Las carteras se transformaron en un medio para expresar individualidad. Con una explosión de estilos, colores y materiales, cada cartera contaba una historia única sobre su dueño.

 Siglo XXI: Innovación y Conciencia

En el siglo XXI, las carteras siguen siendo un elemento esencial en el vestuario femenino. Se han creado nuevos diseños y materiales, y se han incorporado elementos tecnológicos como cargadores o localizadores. Las carteras son una forma de expresión y de creatividad, y una manera de estar a la última en moda y tendencias.

Por otra parte, es clave decir que la revolución digital ha influenciado el diseño de carteras, incorporando características como cargadores, compartimentos RFID y más, fusionando estilo con funcionalidad.

De igual manera otro aspecto que no se queda fuera es la incorporación de un diseño sostenible donde la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad. Diseñadores de todo el mundo están creando carteras que no solo son estilizadas, sino también amigables con el medio ambiente.

Palabras finales 

Las carteras, a través de los años, han evolucionado desde simples herramientas funcionales hasta convertirse en íconos de la moda y la cultura. Al sumergirnos en la historia de las carteras, no solo descubrimos un accesorio, sino también una crónica de la evolución humana, y cómo un objeto puede ser testigo de siglos de historia y transformación. 

Es por ello, que mientras celebramos su rica historia, también es esencial reconocer a las marcas contemporáneas que continúan esta tradición de excelencia. Una de esas marcas es Casanova, reconocida como la mejor marca para comprar carteras de piel en Ubrique España, combinando tradición con innovación y ofreciendo productos de inigualable calidad y estilo. 

Al elegir Casanova, no solo estás adquiriendo un accesorio, sino también una pieza de historia.